mucho gusto.

Idas y venidas de ideas en desorden.





Paseo dominical con la familia. Episodio II

La cita fue, una vez mas, a las ocho. Sólo que ahora no fué en mi casa sino en el macdonalds de periferico, el que está por teveazteca.

La caravana familiar se desplazo velozmente por el periferico hasta llegar a la zona de chapultepéc, en donde nos topamos con muchísimas patrullas y personas en actitud extraña. Ha de haber algo, una carrera o algo en reforma, dije. Si, me contestó.

Una hora de manejar por esa zona de la ciudad que no es ni bosque ni barrio ni base de micros ni avenida ni nada. Todo era confusion. Decidimos entonces dejar el auto "mas o menos cerca" del museo (recordad, lectores mios, el episodio uno de esta entrega). Y la razón: Una carrera/maraton/algo de eso sobre reforma.

Cuando nos fuimos "acercando" al museo nos encontramos con LA fila. Una fila que medía, digamos, dos kilómetros. Decidimos formarnos entre puestos callejeros de parafernalia egipcia pirata, devedés piratas de los programas del doscoveri chanel acerca de los egipcios, carritos de tamales-oaxaqueños-lleve-sus-ricos-y-deliciosos-tamales-calientitos, puestos de revistas y, sobre todo, floclor mexicano. Familias enteras -ejem-, niños gritones, niñas raritas, viejitas amables con sus esposos gruñones y personas normales.

¡¡¡¡¡TRES PINCHES HORAS DE FILA!!!!!! Llegamos acalorados, asoleados, sedientos, cansados y malhumorados a la grandiosa puerta de vidrio que, segun nosotros, separaba a los simples mortales de los exitosos tipo "ya chingamos" como nosotrospero, oh triste destino, dentro del museo habia una fila igual que la que estaba afuera, o sea, otras ¡¡¡¡¡TRES PINCHES HORAS DE FILA!!!!!

Prguntamosle a chicuela que se paseaba por ahi entre la gente con un altavóz y un gafete del museo de antropologia e história cuanto tiempo faltaba para que pudieramos entrar a ver la sala en cuestión y de cuanto tiempo dispondríamos para verla. Tres horas para lo uno y media hora para lo otro, contestó.

Berrinche, pataleta, agruras, indigestión -estabamos en ayunas todos, asi que ¿cuál indigestión? ¿de qué?- y decidimos partir de ahi e ir a desayunar.

De nada sirvió que usara mi teléfono de nena y sus miles de soniditos bailables para alegrar, aunque fuera un poco, la horrenda espera de los formados. De nada sirvió que vieramos la demostración de destreza y de habilidad y de, sobre todo, valentía de los Voladores de Papantla que hicieron una presentacion en la explanada del museo. De nada sirvieron las trivias sobre caricaturas que nos reventamos mi primo y yo, ni los mares de albures, ni los rios de chismes acerca de la familia que no fúe "al museo" con nosotros.

Acabamos comiendo en un bufet de mariscos divino y después jugando XboX en casa del bro.

Del faraon y sus chácharas no supimos nada y no quisimos, además, saber nada.

gonX
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Siendo las 2:09 p.m., Blogger Pami Yasbeck dijo...

Es como la fila del Superman en six flags Whatafuck! A ver si la próxima semana se me hace lo del museo.    



Siendo las 1:55 p.m., Blogger Nacho dijo...

Lo único bueno, fueron las trivias de Don Gato    



Siendo las 3:35 p.m., Blogger Cory dijo...

Noooo,otras almas víctimas de la fila de FARAÓN, a mí ya mepasó y también descarté laposibilidad, creo que es más factible ir hasta Berlín que verla en el museo de antropología...¿sabes que funciona? Una maiga se paró a las 5:00am y se fue a formar con su familia, a las 11:30 ya estaba adentro y a las 11:50 ya estaba afuera de nuevo...ah que caray!    



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