Safari.
28 noviembre 2007
Hace muchos, muchos años, tuve el volante de un volkswagen safari en mi poder. Era convertible y tenía tumbaburros.
Sufrió uno que otro accidente como el del caparazón volando por los aires a medio periférico, o un choque inaudito por haberlo dejado mal estacionado afuera de un bautizo.
Después lo abandoné. Por pendejo.
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Cuando un señor con mucho dinero y disfunción erectil no tiene en qué más gastar sus millones -seguramente ya tiene un yate en las Bahamas, un depto en Nueva York, un par de edificios en Reforma, pozos petroleros en Texas, el Golfo de México y los Emiratos Árabes, un loft en Buenos Aires, financía la contrarevolución cubana desde Miami y controla una triada de gobiernos en Latinoamérica- definitivamente se va de safari al África a matar unos cuantos elefantes, tigres y leones. Pues total, es su dinero, ¿Qué no?.
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Un día un señor medio ñoño, bueno, ahora es un señor, antes era un chavo muy ñoño, decidió vender el software con el que funcionaban unas computadoras muy vendidas en los ochentas, creo.
Levantó EL imperio de los programas para computadoras y se decidió por el monopolio, haciendo tranzas y movimientos extraños para desacreditar a y hacer que su competencia se fuera al carajo.
Eso incluia trampas de software para que quien se atreviera a usar software de otros creadores tuviera un azotón sabrosísimo de su máquina con todo y formateo a bajo nivel.
Cuando gonx quiere usar blogger con firefox, su máquina muere. Así que tiene que buscar un browser que aguante vara.
Me fuí de safari a la página de apple.
Heme aquí.
gonx
Pero sigo usando firefox para todo lo demás. ¿No hay pedo?
