Love is in the air.
Híjole. Tom Jones segurito agarró toda toditita la inspiración que necesitaba para esta rola durante y de una noche primaveral como las de los últimos días.
Anoche en compañía del pelos de stroke salí de caminata-cacería que acabó a las 2 de la noche comprando focos en samborns (¿?) y tortas de muerte lenta -también conocidas como las muertortas de villa coapa- de milanesa con quesillo sin mayonesa y chipotles porfavor. Regresamos a pié a casa, faltaba más, pues nuestras (mi) barriga(s) hinchada(s) de milanesa-cartón y trebol de limón necesitaban de movimiento pedestre para deshincharse y relajarse para, oh iluso, poder dormir como angelito cachetón rosadito y pelo rubio rubio rubio rubio toda la mala noche no (m.r.).
La camita mia me recibió como menos lo esperaba y como hacía mucho tiempo no me recibía.
Estaba caliente.
Así, como acostumbro dormir, me acosté desnudito e ilusionado por la promesa de largo y reparadorsísimo sueño me tapé con el edredon mas lijerito que encontré.
Una vez mas, pobre iluso. A los dos segundos empecé a sudar la gotota gordota y me destapé dejando mi puerquecito al aire. Ni así me enfrié. Entre sueños y despertares y sueños y mas despertares iba llevando yo a cuestas y sobre mis doloridas costillas la madrugada hasta que en un arranque de desesperación y mal humor madruguero me levanté a beber casi un litro de agua de un jalón y a abrir la ventana. Dormí, ¡coño!. Luego vinieron los sueños raros tendiendo a pesadillas donde yo manejaba una pickup, que me había regalado un Anti-Peje norteño, por la autopista méxico-querétaro de ida y vuelta para avisarle al resto de la caravana de autos (entre los que conté a mi padre, su hermano mi tío, luiggi y uno que otro no reconocido) que venía conmigo (¿?) que la caseta ya no era como antes, sino que ahora era de prepago como el estacionamiento de pericoapa.
A las ocho de la mañana y a medio sueño -otro sueño, no el de la troca- el teléfono me despertó como casi siempre lo hace y le agradecí a la niña del banco, por 1.- ofrecerme una tarjeta de crédito abierto o, en su defecto, un crédito para comprar auto o casa o para invertir a gusto. No gracias ya tengo una pickup (¡salúd!) y además no tengo como pagar las mensualidades de ese crédito si es que lo agarro porque no tengo trabajo con sueldo fijo y, es más, ¿quién le dió mi referencia?, y 2.- por despertarme justo cuando el calorcete mañanero empezaba a cobrarme la factura de los sudores morriñescos en la cama.
Lástima: desperté encueradito, sudorosito y cachondito pero solito.
Es por eso que cuando oigo a un tipo como Tom Jones cantar love is in the air everywhere I look arround lo comprendo lo envidio y lo admiro con ojos de perrito en carnicería. ¡Vamos, el amor está en este aire primaveral defeño!.
Primavereémos, nos sale re bien.
Cu Cu Cu Chub.
gonX
Anoche en compañía del pelos de stroke salí de caminata-cacería que acabó a las 2 de la noche comprando focos en samborns (¿?) y tortas de muerte lenta -también conocidas como las muertortas de villa coapa- de milanesa con quesillo sin mayonesa y chipotles porfavor. Regresamos a pié a casa, faltaba más, pues nuestras (mi) barriga(s) hinchada(s) de milanesa-cartón y trebol de limón necesitaban de movimiento pedestre para deshincharse y relajarse para, oh iluso, poder dormir como angelito cachetón rosadito y pelo rubio rubio rubio rubio toda la mala noche no (m.r.).
La camita mia me recibió como menos lo esperaba y como hacía mucho tiempo no me recibía.
Estaba caliente.
Así, como acostumbro dormir, me acosté desnudito e ilusionado por la promesa de largo y reparadorsísimo sueño me tapé con el edredon mas lijerito que encontré.
Una vez mas, pobre iluso. A los dos segundos empecé a sudar la gotota gordota y me destapé dejando mi puerquecito al aire. Ni así me enfrié. Entre sueños y despertares y sueños y mas despertares iba llevando yo a cuestas y sobre mis doloridas costillas la madrugada hasta que en un arranque de desesperación y mal humor madruguero me levanté a beber casi un litro de agua de un jalón y a abrir la ventana. Dormí, ¡coño!. Luego vinieron los sueños raros tendiendo a pesadillas donde yo manejaba una pickup, que me había regalado un Anti-Peje norteño, por la autopista méxico-querétaro de ida y vuelta para avisarle al resto de la caravana de autos (entre los que conté a mi padre, su hermano mi tío, luiggi y uno que otro no reconocido) que venía conmigo (¿?) que la caseta ya no era como antes, sino que ahora era de prepago como el estacionamiento de pericoapa.
A las ocho de la mañana y a medio sueño -otro sueño, no el de la troca- el teléfono me despertó como casi siempre lo hace y le agradecí a la niña del banco, por 1.- ofrecerme una tarjeta de crédito abierto o, en su defecto, un crédito para comprar auto o casa o para invertir a gusto. No gracias ya tengo una pickup (¡salúd!) y además no tengo como pagar las mensualidades de ese crédito si es que lo agarro porque no tengo trabajo con sueldo fijo y, es más, ¿quién le dió mi referencia?, y 2.- por despertarme justo cuando el calorcete mañanero empezaba a cobrarme la factura de los sudores morriñescos en la cama.
Lástima: desperté encueradito, sudorosito y cachondito pero solito.
Es por eso que cuando oigo a un tipo como Tom Jones cantar love is in the air everywhere I look arround lo comprendo lo envidio y lo admiro con ojos de perrito en carnicería. ¡Vamos, el amor está en este aire primaveral defeño!.
Primavereémos, nos sale re bien.
Cu Cu Cu Chub.
gonX
Esas tortas sí que son famosas.
ah coapeño! maaalas experiencias con coapeños =P ja!
ah copapeños! puag, tú no mr gonx, que eres la pura elegancia y finura
Yo digo que aproveches que eres bien rockstar y vayas por alguna polluela dispuesta. Yo sé que hay muchas muuuy dispuestas.
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