mucho gusto.

Idas y venidas de ideas en desorden.





Mermelada, cajeta, miel de maple o de abeja.

He sido profundamente conmovido hoy por un guión fantástico y por un director que llega a veces a caer gordo por lo minucioso y perfeccionista pero al que jamás dejaré de admirar por ser uno extremadamente sensible y suficientemente entendible.

Me enseñó que lo mas importante en esta vida es legar. No importa si se heredan a la humanidad ideas escritas, obras plásticas, ideas habladas, hijos o simplemente historias, sueños.

También ví como amorosamente un hijo llevó a su padre al fin de su existencia, cargandolo en brazos y dejandolo ir con la libertad de quien se sabe entendedor y y de quien se sabe entendido pero sobre todo creyentes ambos de la verdad del otro.

No me perdí en ningún instante del hilo fundamental de la historia ni de lo conmovedor y complejo del argumento con todo y las múltiples interrupciones a las que se vió sometida la proyección.

Una llegada intempestiva y huracánica -y aqui me acuerdo de lo que leí en el blog de la melcocha acerca de los meteoros caribeños y sus exóticos nombres- de familiares incluida la revisión obligada de la compra recién.

Una ida a comprar leche.

Otra ida a comprar leche.

Un ataque de pánico colectivo por no tener ni idea de los mecanismos de castigo medieval a los que se vería sometida la titular de la tarjeta del videoclub por devolver la película-en-formato-que-se-ve-re-chido al día siguiente, o sea, mañana.

Una llamada telefónica al mentado videoclub para averiguar la pena no-capital, entre otras complicaciones y castigos, de las que será víctima la titular de marras.

Una estruendosa pero deliciosa y reconfortante preparación de los jotquéics culpables de las idas a por leche. Nos los antojó el tipo de la película que desayunaba en la cama un altero obsceno de jotquéics con muchisima miel de maple y muchísima mantequilla. Se veían como los de la negrita, esponjaditos, lijeritos y deliciosos.

Pero sobre todo aprendí hoy que, aunque me pregunten mil veces si los quiero con mermelada, cajeta, miel de maple o de abeja, siempre los preferiré con cajeta. Si es envinada mejor.

gonX
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Siendo las 1:32 p.m., Anonymous Anónimo dijo...

soy yo, la chinita, sólo pa decir que quéeeeeee cagado, si ayer cenaste jotqueis, fuimos compañeros astrales de cena, es más, tuve que ir a casa de david sólo pa prepararme unos, porque a mí se me acabó el gas y tenía la masa ya preparada esperándome, qué cagado... sólo que yo los prefiero con miel, de maple y poquita, pero eso sí, harta mantequilla.
El david, debo decir, sí comparte tu preferencia por la cajeta...    



Siendo las 6:10 p.m., Blogger Pami Yasbeck dijo...

La miel de abeja es la miel de abeja ehh.¡Adivina quién chatea en la compu de atrás!    



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