mucho gusto.

Idas y venidas de ideas en desorden.





Adolescencia.

Cuando estaba dejando de ser un puberto y me convertía en un adolescente me empezaron a salir barros y pelos. Derepente crecí hacia arriba y hacia los lados. Entré a la secundaria. Las caricaturas ya no eran tan interesantes -salvo contadas excepciones-. Las niñas ya no me caían tan mal. La maestra Jimena ya no era tierna, más bien sabrosa. Me empezó a preocupar cómo me veían los demás. Oía estereo noventa y siete siete. Me despertaba a las cinco de la madrugada para, algunos días, bañarme y desayunar abundante e irme a la escuela. Otros días solo para desayunar abundante e irme a la escuela. Usaba uniforme. El humor se convirtió en un arma de manipulación, igual que las calificaciones. Reprobé mi primer examen -justo el día de mi cumpleaños número trece-. Obvié las tareas. Tuve mi primer apodo sádico y degradante. Puse apodos sádicos y degradantes. Me encantaba con vanila áis, em sí jamer y mili vanili. Dejé de usar mis genitales solo para orinar. Probé de manera formal el cigarro. Tocaba la trompeta en la banda de guerra. Hacía lo posible por saltarme educación física. Elegí dibujo técnico como taller. Me dormía temprano y era un acontecimiento muy especial cuando me podía desvelar. Tenía, por primera vez, un maestro para cada materia. Supe lo que era tener y ser un mejor amigo. Las películas de balazos de un día para otro tuvieron un interés fuera de lo común, igual que las de viejas encueradas. Me lié a golpes por primera vez. Pasaba días sin bañarme. Empecé a escribir. Tenía caspa.

gonX
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Siendo las 11:53 a.m., Blogger María dijo...

Yo no crecí a los lados considerablemente en la adolescencia, esa parte me ha venido tarde, buah. Y la neta tampoco crecí mucho para arriba, chale. Y ahí si ya valió.
Mi escuela no tenía banda de guerra, pero tenía una ñoña estudiantina en la que yo tocaba la guitarra.
Ni entonces ni ahora he logrado hacerme el hábito de dormir temprano, nomás no me sale. Y exceptuando las rudísimas peleas con mi hermana mayor, nunca me he líado a golpes.    



Siendo las 11:56 a.m., Blogger elisa dijo...

Yo no sé si podría escribir acerca de ese duro tránsito. En una de esas, y hasta me serviría. Me fue doloroso. Yo tuve que dejar de ser niña, porque un intruso llegó a invadir mi vida: un hermano menor, que hoy adoro, pero que entonces verdaderamente me desestructuró poco a poco. E hizo que fuera el relleno del sandwich.    



Siendo las 3:38 p.m., Blogger Nacho dijo...

También se le ocurría "encender" el asador con "thinner" y acabarse incontables cajas de cerillos haciendo "Sputniks", pero lo mejor era aprender a tocar la guitarra en las clases de "lalo" e interpretar su más grande éxito: "Corazón oxidado".

Que días aquellos Mr.Gonx, de hecho fué cuando cambió los lentes de ñoño por pupilentes...
Ahora ya es todo un "funky" boy...

Un abrazo hermano.    



Siendo las 9:48 a.m., Blogger Pami Yasbeck dijo...

Yo también iba en dibujo técnico, jajaja. Creo que crecí antes, de hecho en sexto de primaria ya estaba de este tamaño (sólo que más gorda, sí, AÚN MÁS).

De lo demás no hay mucho que contar, no mío porque a mis compañeras de salón y a mí nos decían "las ventaneando". Ahora soy la Paty Chapoy del indierockmex.    



Siendo las 12:19 p.m., Blogger Miss Neumann dijo...

THE WONDER YEARS!!!!!!!    



Siendo las 5:49 p.m., Blogger DALUOCE dijo...

YO TENGO ALGUNOS MEJORES RECUERDOS TUYOS DE AQUELLOS TIEMPOS !!!!!
COMO AQUEL EN EL QUE ME ENSEÑASTE A COMER MIELESITAS TE ACUERDAS???    



Siendo las 9:43 a.m., Blogger Negra dijo...

No cabe duda que los WOnder Years son los mejores. (suspiro)
Besos Gnox    



Siendo las 7:26 p.m., Blogger Amapola dijo...

La adolecencia, una etapa memorable en la vida de todo ser humano...
mientras leia tu post recorde como era yo en esa epoca... y he de decir q' pese a haber cambiado mucho, en si no he dejado de ser esa larva en proceso de crecimiento... aprendiendo a conocer y descubriendo lo desconocido, experimentando la exitacion ante la vida y sin remedio desepcionandose de la misma... en el fondo todos mantenemos ese estado de asombro y fasinacion.. como cuando descubres q' mas alla de unos cenos o pene en crecimiento tu interior esta en perpetuo desconcertamiento.    



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