Este fin.
Lo pasé en el bajío yendo de obras de teatro a restoranes italianos de gerentes incómodos y ni hablar de largos trayectos en transporte público foraneo y/o local.
Dos libros.
Un gol de Marioni que provocó en vergara el estallamiento de su quita úlcera diga lo que diga de sus productitos maravilla.
A mi regreso rescaté mis discos de los cardigans y empecé la recopilación de los emepetrés perdidos de cula sheiquer. Ha empezado también la descarga del nuevo de los estereofonics.
Desesperé hasta al mas sereno con mis griteríos y angustias del "olvidé el cargador del celular en la casa", lo que me mantuvo y me mantiene incomunicado ergo aislado del mundo. Para bien y para mal.
Erré grotescamente casi todos tiros del pool del sábado por la noche. Canté karaoke y bebí cervezas.
Ataque voraz y singular en contra de mi organismo al comer cantidades obscenas de carne, deliciosa carne.
Sueño profundo a pierna y -creo- nalga suelta -lo siento, de verdad- durante el camino de vuelta a la ciudad de la esperanza. No me despertó ni el olor putrefacto de la atmósfera citadina ni su barullo incesante y malhumorado. El ajetreo de los que se apresuraban por abandonar el camión fué lo que me hizo ahorrarme la pena de ser despertado por el chofer.
Ahora solo queda regresar al mundano estilo de vida. Aclimatarse al extraño frío será trabajoso, y más aún asimilar las noticias de lo sucedido durante mi ausencia.
Felix se encuentra bien.
Tengo que hacerme de un par de sanos hábitos.
gonX
Dos libros.
Un gol de Marioni que provocó en vergara el estallamiento de su quita úlcera diga lo que diga de sus productitos maravilla.
A mi regreso rescaté mis discos de los cardigans y empecé la recopilación de los emepetrés perdidos de cula sheiquer. Ha empezado también la descarga del nuevo de los estereofonics.
Desesperé hasta al mas sereno con mis griteríos y angustias del "olvidé el cargador del celular en la casa", lo que me mantuvo y me mantiene incomunicado ergo aislado del mundo. Para bien y para mal.
Erré grotescamente casi todos tiros del pool del sábado por la noche. Canté karaoke y bebí cervezas.
Ataque voraz y singular en contra de mi organismo al comer cantidades obscenas de carne, deliciosa carne.
Sueño profundo a pierna y -creo- nalga suelta -lo siento, de verdad- durante el camino de vuelta a la ciudad de la esperanza. No me despertó ni el olor putrefacto de la atmósfera citadina ni su barullo incesante y malhumorado. El ajetreo de los que se apresuraban por abandonar el camión fué lo que me hizo ahorrarme la pena de ser despertado por el chofer.
Ahora solo queda regresar al mundano estilo de vida. Aclimatarse al extraño frío será trabajoso, y más aún asimilar las noticias de lo sucedido durante mi ausencia.
Felix se encuentra bien.
Tengo que hacerme de un par de sanos hábitos.
gonX
Esto fué escrito el 08 agosto 2005 a las 10:59 p.m..
Me encanta que hables de Felix.
Y eso que aún no lo conoces.
Es un perrazo.
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