mucho gusto.

Idas y venidas de ideas en desorden.





El quinto día.

En el primero llovió y llovió y llovió. Los cables se extraviaron y no hubo ensayo.

En el segundo llovió y llovió y llovió y viajé muchos kilómetros para asisitir a la fiesta de cumpleaños de ella, quien a sus treintalluno es feliz. Lo recordable: Media botella de tequila ingerida por la chica en cuestión y como recompensa su agradabilísima pedita. Descubrí que una de las horas mas divertidas para volver a casa es "la hora del camión". Muchos la conocemos: es ese momento en el que parece que todos los trailers, camiones, grúas, pipas, autobuses de pasajeros y demás vehículos de transporte pesado salen a las calles y las toman por sorpresa -o por asalto- orillando a los humildes conductores de autos compactos a hacerse a un lado mientras los titanes motorizados y sobre ruedas pasan a un lado amenazando con dejarnos empapelando el pavimento de zaragoza o viaducto.

En el tercero llovió aún más que en los primeros dos. Madrugué y conocí a Felix, el negro. Comí con mi viajante padre y hubo funk en la primaria por la noche. No quedó registro fotográfico del evento. El recuerdo quedará sólo en la memoria de los asistentes. Entre ellos el cumpleañero queretano y su confusamente radical acompañanta. Desvelo extremo, tan extremo que "la hora del camión" pasó y nos encontró el amanecer llegando a nuestras casas. Me sentí extremo, feliz y complacido. Y no me dormí manejando.

En el cuarto se consagró el hábito del desayuno de los domingos. Aprendí a compartir el amor y el tiempo de mi padre con alguien mas y a levantarme a las doce. Chachareo en la doctores. Compras. Eliminaron a la seleccion en penales, como siempre. Comida familiar y debate musical con cafetacuba como argumento central. Encontré que Cucamonga es una ciudad y no una palabra que inventaran en las sesiones de doblaje de Don Gato y su pandilla. Nada que ver con un hula hula apa napa huapa -guarever-.

Y mi padre partió.

Al quinto descansaré, lo merezca o no.

gonX
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Siendo las 10:55 a.m., Anonymous Anónimo dijo...

Y bueno, aqui me tienes de nuevo,intrigada, quiero saber "que es", creo que es alguna parte del interior del auto que tomaste en un momento de ociosidad, quizás mientras esperabas a alguien,estoy casi segura que es el encendedor del auto al rojo vivo,o talvez algun foquito del tablero, aunque puede ser también una parrilla eléctrica, de esas que utilizas en caso de emergencia cuando te han cortado el gas! La cosa es que ya quiero saber que es, si por lo menos hubieras dado alguna pista! pero noooo, y además no quieres aflojar nada de información, que rudo no?
Pues bien guerito de mi corazon ya esta!!!! ahora te toca a ti.
TQM
Anabel    



Siendo las 10:39 p.m., Blogger Pami Yasbeck dijo...

Todos merecemos descansar. Y no hay registro fotográfico porque no me invitaste a mí.    



Siendo las 4:48 p.m., Blogger Cory dijo...

Vaya que si he sufrido la "hora del camión", además me pongo algo panic y me da miedo. Por mi casa solo hay la "hor adel arrancón" pues vivo al borde de una avenida grande y desierta por lanoche, algunas veces es entretenido esperar el impactante sonido de un choque, no me alegra, también me da un poco de miedo, pero por alguna razón, sábados y domingos siempre estoy "atenta"... de chismosa. En fin, pásatela bien y arriba el funk.    



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