mucho gusto.

Idas y venidas de ideas en desorden.





Verde.

Asi decian de los que se enojaban mucho. Se puso verde, decian.

Reverde estoy entonces.


Ocho de la noche. Automovil estacionado afuera de la casa de la chica de cabellos enrolados (chinos, pues). -¿Quieres garnachear? -dijo. Si -contesté-.

Y durante el trayecto al puesto de quesadillas que atiende Sierva Maria de Todos los Santos, la mamá de Sierva Maria de Todos los Santos que a todo mundo dice chiquito hermoso precioso y otras linduras y la abuela de Sierva Maria de Todos los Santos y de regreso a casa se extraviaron, misteriosísimamente, los espejos retrovisores de mi auto.

Bien, tengo que aceptar que estoy siendo en exceso belevolente con el mundo.

Se los robó un hijo de puta. O dos hijos de puta. O tres o mil hijos de puta.


SE BUSCA.

Un par de retrovisores de pointer dosmildos. Cualquier informacion referente al paradero o que guíe a la aprehension de los perpetradores del cruel robo o que ayude a dar con el destino de los susodichos espejos será apreciadisima y justamente recompensada con un baloncito de chocolate relleno de rompope. O con un paletón corona


Y para acabar de hacer bien el coraje voy a escuchar algo de los temerarios nomas de ardido.

Chin. No tengo nada de los temerarios.


gonX
| Siguiente »
| Siguiente »
| Siguiente »
| Siguiente »
| Siguiente »
| Siguiente »
| Siguiente »
| Siguiente »

» Publicar un comentario