mucho gusto.

Idas y venidas de ideas en desorden.





Tenga perro su patada en el hocico.

De estas líneas sin dedicatoria parten en este momento mis quejas, que como simples comunicados quiero que se tomen. Allá aquellos quienes sean sensibles.

Nunca he tenido un motivo especial para hacer mis reflexiones y mis autocríticas, pero sí un motor, de esos a los que los antiguos trataban de darles la mágica cualidad del movimiento perpetuo; y pues sí, he aquí este ingenio de neuronas en movimiento perpetuo accionadas por la misma energía que producen al moverse.

Y de eso se trata, de no parar. Se trata de lograr que cada pequeña idea se convierta en acción, en movimiento, así sea un guiño o un salto. Se trata -no confundir con "se intenta"- esto del movimiento perpetuo de buscar entonces siempre el pretexto para salir, para llegar, para irse tarde a la cama, para hablar, para comprender y discutir, para aprender, para sacudirse despues de rascarse, para insertarse, crear, alimentar, amar y reir por ello, madrugar y buscar la soledad que solo los libres y buenos amigos saben dar por el simple gusto de generar ideas. Gusto que a algunos les parece frívolo e inutil. Pobres de los estáticos.

Estas son mis nostalgias, mi catalogo de rostros olvidados y mi lista de promesas que solo quedaron en eso. Son como una especie de tesoro que solo el poseedor valora, o sobrevalora tal vez.

Sean entonces esos mis verdaderos bienes: todas esas cosas que me hacen ser yo, que me definen y me convierten en este ser inconfundible al que a veces le gustan las tardes lluviosas y solitarias y obscuras y frías, o que a veces no puede dejar de preguntar o de pedir o de pulir su ego o de extrañar a esos amores que hoy ya se han ido o mueren.

Esta es una de esas noches densas y calientes donde los sueños de ojos abiertos llevan hacia las playas que nunca he visitado. Es una noche en la que cuajan las nostalgias y en donde se revelan uno a uno los rostros que dormian bajo la espesura.

La noche, sin embargo, no promete nada mas que silencio y estrellas. Así que pidamos que, por lo menos hoy, las nubes no aparezcan y empañen mi tristeza y mis ganas de tener un cuerpo cerca. Que no tapen mis ganas de algo.

Y es que a mi me gustan los abrazos largos.

Siendo las 8:59 p.m., Blogger Pami Yasbeck dijo...

¡No olvides mi rostro y prométeme una tocada!    



Siendo las 9:14 p.m., Blogger Mr. gonX dijo...

jamás y el viernes a las 7 en sala chopin de alvaro obregon (respectivamente)    



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