mucho gusto.

Idas y venidas de ideas en desorden.





Pipí.

29 abril 2008
Hace un año, más o menos, andaba en bici.

Los frenos de mi auto habían sido declarados desahuciados y, para no acabar como la virgen en el ayate de Juan Diego pero en periférico le pedí a Uri su bici prestada y empecé a rodar.

Me latió tanto el rollo de la bicicleta que hasta me inscribí al foro de los bicitecas y todos los días me llegaban como ocho mails del foro ese. Era divertido porque uno aprendía una que otra técnica para torear coches en la calle, o daban tips de donde comprar equipo bicicletero barato, o convocaban a las rodadas por el país y así. Hasta que un día, a alguien se le ocurrió tirar la bomba Peje-Peléle y le dió en la madre porque todo mundo se empezó a pelear.

Como ya el tema se había desviado me di de baja.

Al poco tiempo arreglé los frenos de mi coche, empezaron las lluvias y dejé de rodar. Al principio me costó re acostumbrarme al tráfico y así y pos, la verdad, la comodidad y la flojera ganó.

Para acabarla de fregar un día buenamente la bici tuvo a bien descomponerse sobre canal de miramontes a media noche poniendo mi vida al borde del peligro. Llegué a mi casa y arrumbé la bicla.

Ahora, meses despúes y varios kilos de cachete más, decidí llevar a arreglar mi bici para volver a montarla por las calles de la ciudad. Le pusieron llantas nuevas, la aceitaron, la limpiaron, le puse pilas nuevas a los foquitos y sonreí ante la posibilidad de desencachetarme y asolearme un poco.

Ayer empezaron las lluvias.

gonX

El azote.

28 abril 2008
Hace muchos años el buen Rius hizo una revistuca que (nos) inspiró a muchos a seguir un camino desobediente, medio altanero y de pensamiento.

Del nombre de esa revista salió el nombre de una banda que anda por ahi haciendo ruidito en uno que otro escenario más o menos pretencioso.

El nombre completo comprendía un sinónimo con su artículo bien puestito y un eslogan bien machín que mandaba a toda la politiquería marrana de esos tiempos a bajarse los chones y ponerse de a cañón para recibir una buena dosis de cuerazos salvajes pero hilarantes y bien críticos. Les encantaba.

La idea era azotarlos como los buenos bueyes que eran -y que siguen siendo, nomás que ora son de color azul cianótico.

Todavía hay quienes los azotan severamente, y parece que les sigue gustando. A mi se me hace que son masocos de esos que usan bolas rojas en la boca y ropa de piel. Y sus dominatrices han de ser gordas y güeras con los labios pintados de rojo bien rojo.

La palabreja esa (azotar, azote, azotaína, azotado) puede tomar todas esos significados y convertirse en la bandera de un estado mental, o hasta en un estímulo sexual.

Aquí la que aplica es la primera.

Y es que yo, a veces, me azoto cañón. 

Siempre espero la peor o más dramática reación de las personas. Será porque siempre que puedo entro en el papel del más dramático y hablo, y soy aspavientoso, y salgo con el comentario polémico (por exagerado, no por interesante), o tomo partido antes de tiempo, y así.

Cuando entro en razón y me tomo las cosas como Capulina me relajo y me da por entender la vida y su significado. Por eso decía hace un buen de tiempo que con que haya uno -o sea, yo- que se azote basta y sobra.


gonX