mucho gusto.

Idas y venidas de ideas en desorden.





Yo solo quería divertirme.

30 diciembre 2006
Estaba blogueando de lo más inocente y caí en el blog de LA blogstar. Leí un post que puso recientemente y me traumé.

Y no muero por no haber aparecido en su lista de lo mejor del año blogueril, sino porque caí en la triste cuenta de que ultimamente -digamos, tres meses- me estresa mucho postear.

Me aterra balconearme o balconear a los que quiero. Me aterra escribir cosas que aterren a los que me quieren. Me caga que no pueda ser completamente libre de escribir cosas porque, sí, se quién me lee.

Cuando inició esta aventura lo único que yo quería era divertirme y hacer que el público conocedor se pasara un rato ameno, de menos.

Eso no quiere decir que no disfruto bloguear, solo que me cuesta un huevo escribir cosas que valgan la pena.

Por eso pido disculpas por el contenido tan a veces esteril e inocuo de este blog que, a veces, me da por abandonarlo.

gonX

Pare de sufrir.

28 diciembre 2006
Hoy me regañó un miembro del personal de seguridad de una sucursal de banamex que es casi un museo por estar tomando fotos ahí. Yo le dije que, de hecho, le había tomado una foto al exterior del banco, o sea, el marco de una puertotota que hacía una contraluz bien chida con el solecito que pegaba afuera. Además la pared de enfrente era de cantera de esa como rosa.

Cerró sus oidos a mis explicaciones y cambió el tono de su voz a uno onda "o dejas de tomar fotos o te meto el celular por el culo" y yo, amabilísimamente, le dije que si quería le enseñaba la foto que había tomado. No se si harto o conmovido relajose y me dijo que, como era una institución bancaria, no le podía sacarle(sic) fotos ahí adentro. Guardé el celular en la bolsa del pantalón ante tan poderoso argumento.

Luego, en el munal, lo mismo. Intentaba tomar una foto que según yo iba a quedar de pocamadre cuando una mujer policía de esas súper nalgonas, con una barriga descomunal, chichonsísima, de ojos con delineador azul y labios rojos rojos me pidió que le enseñara mi permiso para tomar fotos. Me enteré de que en la recepción uno paga cinco pesos para poder tener derecho a tomarle fotos a las obras que están ahí expuestas. Sin flash.

Esta vez decidí no argumentarle a la ley y volví a guardar el celular en la bolsa del pantalón. Eso no salvó al munal de que le robara un par más de imágenes.

Al caminar hoy por el centro me dí cuenta de que, por más que nos traten de vender la idea de que la navidad es tan bella y el año nuevo tan de reconciliaciones y que el espíritu navideño esto y aquello y que feliz dosmilsiete y shalalá, la gente sufre. Y sufre mucho. Basta ver la cara de los compañeros conductores atrapados en el tráfico, o basta poner un poco de atención en las conversaciones de la gente que pasa al lado de uno caminando con prisa o escuchar lo que opina el portero del munal sobre los del campamento de la APPO que bloquea Tacuba casi esquina con el eje central.

Pare de sufrir, amigo conciudadano. Vaya al munal y se va a dar cuenta de que los santos y beatos y monjitas sufrían mas que Usté. Nomás vea:




gonX

Volví.

26 diciembre 2006
Tras haber dejado atrás el clíma más frío que he vivido este año y algunos cientos de kilómetros de carretera llegamos al monstruoso y decadente Distrito Federal.

Sí, muy decadente y todo, pero es bien dificil vivir lejos de aquí.
Como que uno se hace adicto al estrés y al jaloneo emocional que se vive aquí, y al escasear, uno empieza a sentirse de verdad lejos.

Todo empeora cuando los recuerdos de los que uno dejó aquí empiezan a llegar de noche escondidos entre los sueños.


Pero basta de ñoñerías. Hoy que el tráfico se atascó en Viaducto y Periférico alcancé a tomar una foto que, asegún yo, es como que la síntesis de todos estos días que anduve fuera.


Se las regalo de navidad.


gonX


Seamos realistas.

23 diciembre 2006

Aquí nada de completar frases célebres medio ñoñas ni nada. Sólo pido ser realistas, sobre todo me lo digo a mi.

Hoy, por ahí de las cuatro de la tarde, salí de la casa en la que mi Padre me hospeda a comprar unos refrescos al oxo de la esquina y el panorama era este, el de la foto.

De nada sirvió que yo soñara toda la noche de anoche con chicas en biquini, playas, piñas coladas y olas revolcando a las muchachas.

De nada sirvió que cerrara los ojos (nada que ver con el viento helado que me soplaba de frente) muy fuerte para que, en acto milagroso, mi buena estrella me materializara en Acapulco, o Cancún, o de perdis en Paraiso aunque me rodearan pubertos marihuanos chairísimos.

Y es que no es que no quiero estar aqui, nomás me está cayendo gordo el clima porque ni se aclara bien el cielo ni cae nieve de esa navideña ni el sol calienta.

Por eso digo que hay que ser realistas. Además, mañana es nochebuena.

gonX

Acurrucadito.

22 diciembre 2006
Cuando pisé el primer peldaño supe más o menos lo que me esperaba. Aquél olor a falso bosque de cedros y pinos y oyameles de limpiador barato inundaba el ambiente haciendolo casi irrespirable.

Encontré mi lugar y, tras organizar mi equipaje de mano, me senté.

Hice hacia atrás el respaldo lo más que pude antes de romperle las rodillas al pasajero o pasajera -nunca lo supe- que viajaba en el asiento detrás mío y cerré los ojos deseando profundamente que la película que estaban a punto de proyectar fuera, por lo menos, decente.

Abrí los ojos y luego la bolsita de plástico que contenía el refrigerio que me obsequiara una muy mal maquillada y anti coqueta recepcionista vestida con un uniforme que le hacía ver terrible y lucir unas piernas flaquísimas y sin depilar. Sus pelos se alcanzaban a ver detrás de las medias, como escondidos.

La botellita de agua se iría directo al posavasos y el sandgüich a la mochila. Pensé en escabecharmelo por ahí de las cuatro de la madrugada, cuando me pegara el hambre y cuando los sendos pastes de frijol con chorizo y de tinga de pollo que me receté antes de abordar hubieran sido digeridos.

Ruidos extraños, pasajeros entrando en el último momento antes de partir, escandalo en el patio de maniobras. Arrancamos.

En ese momento los monitores que colgaban perligrosamente del techo se encendieron con una mortecina luz azul que, en otra circunstancia, no me hubiera resultado tan de mal agüero. Con audífonos en mano -los del walkman- decidí esperar a que empezara la peli antes de hacerlos sonar con mis canciones preferidas a buen volumen. Estaba dispuesto a darle una oportunidad.

¿Cómo se llama este actor que hizo hace muchos años el papel de un marín gringo duchísimo en dar patadas y puñetazos y súper experto en armas de bajo, medio y grueso calibre (incluyendo bombas atómicas) que usaba el pelo largo engominadísimo peinado en una cola de caballo aunque estaba más pelón que Carlos Salinas?

Pues ese salió en la peli. Y claro, una güera despampanante de grandes tetas y nalgas perfectas que, además, era agente federal encubierto lo acompañaba en sus aguerridas y violentas aventuras.

No se por qué decidí ver esa película si sabía que iba a ser un asco. Antes de que terminara ya había echado totalmente hacia atrás el respaldo de mi asiento para acurrucarme y medio dormir. Despertaba una y otra vez, como inquieto y francamente incómodo hasta que el cansancio y el silencio me vencieron. Desperté algunas horas despúes sobresaltado por un correo de voz que llegó en el momento menos esperado del viaje y que me hizo sonreir el resto del trayecto.

Al bajar, una anciana de pelo esponjadísimo y rubio platinado alzaba en la mano el celular que había encontrado tirado en alguna parte entre su asiento y el baño y reclamaba al dueño su presencia para entregarle su teléfono. No supe si lo encontró. Al dueño.

Y ya, llegué.

gonX

¡qué tal!

16 diciembre 2006
Pues bien: he mudado a la nuevita versión del blogger. La verdad me costó harto decidirme a hacerlo -es conocidísimo mi problema para tomar desiciones, al fin y al cabo libra- pero he aquí.

Aún no entiendo qué tan bien o qué tan buena resultará esta nueva versión, pero de todos modos me pareció muy buen detalle que te preguntaran si querías mudar y no lo hicieran sin tu permiso.


Hasta aquí de esto.


De lo otro, pues qué cosas, mano.

Desde casi siempre he pensado dos cosas que son así como que EL pensamiento gonxesco. Una es que, si quieres que las cosas se hagan bien, tienes que hacerlas tú mismo (y eso que no soy tan obsesivo). Y la otra ahí va: Tu trabajo hablará por tí y será la única llave que te abrirá las puertas.

De la primera no hay mucho que decir ni comentar, salvo que quieran echarse un cafesito. De la segunda, pues hay ejemplos memorabilísimos y merecedores del aplauso general y que tienen que ver con algunas -no todas- personas de las cuales, orgullosamente, me rodeo.

Es un pedo de ego, creo. El saberme capaz de relacionarme con personas que en verdad son exitosas me hace sentir aunque sea un poquito exitoso también.

Muchas felicidades a Ustedes. No diré nombres porque, tal vez, violaría convenios de confidencialidad... (pero todos sabemos quienes son).

gonX

secretos en universos secretos

14 diciembre 2006
Siempre me ha gustado guardar secretos. No sé aún qué inspira a las peronas a abrir sus corazones para confiarme sus objetos escondidos.

Estos últimos días he tenido una afluencia poco común de personas queriendo desahogarse en mi hombro -licencia poética- contandome sus aventuras, deseventuras y afectos propios y ajenos. Es, a veces, muy emocionante el poder ser una buena ayuda, sobre todo cuando un consejo es requerido explícitamente. Y sobre todo, a uno le hace sentir muy orgulloso el saberse digno de las confianzas.

El caso contrario es cuando los secretos son míos y los tengo que guardar lejos de los ojos y orejas de medio mundo, o de un tercio del mundo o de un cuarto del mundo. Todos sabemos que una persona vive en varios universos simultaneos los cuales a veces se traslapan y se convierte todo en una confusión de nombres, caras y secretos.

Esos universos son los grupillos de amigos, o los colegas del trabajo, o la familia. Cada universo tiene su vida propia y sus integrantes definidísimos. A su vez cada uno de esos integrantes vivirá en sus múltiples universos y así... El asunto aquí es que siempre hay que tener bien claro qué universo se está pisando en un momento dado para no revelar con la persona equivocada un secreto de esos gordos.

Es un arte.

gonX

el podcast de la semana pasada.

13 diciembre 2006
http://frecuenciacero.com.mx/rebelion/

Ni siquiera lo he escuchado. Tengan Ustedes la exclusiva.


Y descarguenlo de pasadita, por aquello del reiting.


gonX

Fuera de contexto.

12 diciembre 2006
Antes me gustaba decir mucho esa frase y la usaba a diestra y siniestra para dejar sin argumentos a cualquiera que osara meterse con mis ideas. Y la verdad es que casi nadie sabe qué contestarle a alguien que le acusa de estar "formando juicios fuera de contexto" o "criticando fuera de contexto" u "opinando fuera de contexto".

Así las cosas.

Ahora que viaje al norte intentaré capturar los paisajes en fotografías, pa que se den un quemón con el verdadero frío. No el puteque chiflón que sopla por estas calles. Si uno allá no duerme con ropa interior térmica -de esa que son como calzones que llegan a los tobillos- amanecerá como mamut pleistocénico conservado en cubo de hielo stupid sais.

También necesitaré de alguna mano con buen pulso, una escuadra y un marcador de tinta indeleble para redibujar la rayita que separa mis dos gluteos, dadas las horas de carretera que me serán recetadas.

Ya estando allá, y al abrigo de los calentadores de propano, haré un uso excesivo (tal vez) de la conexión de banda ancha para enviar informes del clíma y cosas así, medio inútiles.

Pero mientras ese momento llega, dedicaré estos últimos días en la ciudad a tratar de verla con buenos ojos y obviar el tráfico y la contaminación, el ruido de los festejos guadalupanos y los ladridos de mi perro histérico ante las explosiones de los fuegos artificiales y los policías corruptos tratando de hacer ronchita para costear la fiesta navideña con todo y regalos del tianguis.

Felices fiestas.

gonX